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Mercenarios Íberos

Tropa fundada en el año IV de las Fiestas (1993) que representa a las tropas mercenarias de los pueblos íberos en la península. Las guerreras íberas llevan una túnica de color negro y una sobre falda con dos rajas hasta la cadera de color lila y adornado con cintas entrecruzadas. La falda que cubre el traje es recta hasta los tobillos con dos grandes aberturas laterales que le permite una gran movilidad en los ataques que realizan. Encima del traje se lleva una capa negra y sobre esta una piel entera de lobo. Estas guerreras portan una falcata y llevan un cinturón de cuero negro rematado por la cabeza del lobo, símbolo principal de la tropa. Los guerreros íberos llevan una túnica corta, a nivel de medio muslo, acabada en pico, de color negro o rojo Cartagena con pasamanería lateral contrastada; una capa negra y  amplia con capucha que se utiliza en actos y rituales propios de la tropa y una piel de lobo sobre la capa. En el pecho se lleva el símbolo de los íberos, sujeto por medio de correajes de cuero (reproducción exacta del peto encontrado en una escultura proveniente de una tumba íbera). Usan cinturón de cuero adornado con dos hebillas de metal que son  reproducciones de un original excavado antiguamente, una  falcata curva y con empuñadura de cabeza de lobo, un escudo y botas altas. Durante las Fiestas, sus personajes importantes son el Presidente, el Caudillo, la Capitana y el Brujo.

Durante las Fiestas, la tropa realiza una gran cantidad de actos de campamento entre los que se destacan las novatadas y pruebas de valor para los nuevos guerreros, el rapto de la Cabra-Dios por parte de los Hoplitas con la posterior batalla y rescate, el gran conjuro de la Queimada íbera, las bodas por el rito íbero, la bendición de las guerreras por el ancestral rito del “conejo tomillero” y la elaboración de la pócima sagrada Hapetake.  Los Mercenarios Iberos se distinguen por su fuerte sensación tribal y de amor al grupo, por lo que organizan durante el año diversas convivencias en las que las paellas, parrilladas y barbacoas regadas con abundante cerveza y Hapetake acompañan las reuniones que son amenizadas por las divertidas  y provocadoras canciones de guerra y desafío hacia Roma. No es infrecuente ver a los Iberos vestidos en enero, en pleno abril, o cuando sea necesario, para  visitar una exposición, museo, hacer unas sesiones de fotos o ver algunos partidos de fútbol con las famosas “porras ibero-culés o ibero-merengues” donde también se deja constancia de la amistad que une al grupo. Cuenta con una sección Infantil y la Asociación Juvenil de los Jóvenes Cachorros de los Mercenarios Iberos que realizan diversas actividades durante todo el año. Puedes informarte sobre las actividades, el vestuario y las condiciones para participar en este grupo festero a través de su página Facebook.