Año I. Después de un periodo de gestación dilatado y de varios intentos fallidos, por fin, en 1.990 salen a la calle por primera vez las fiestas.

Como ya comenté en un artículo anterior, el nacimiento partió de diferentes movimientos asociativos: comerciantes, empresarios, estudiantes, vecinos, profesionales… Tal vez este movimiento popular y su gestación en el seno de diferentes grupos básicos de la sociedad fueron el motivo de su temprano éxito. Sin duda las fiestas son un reflejo de la sociedad, entre los festeros encontramos empresarios, estudiantes, obreros, funcionarios, sanitarios, maestros, profesionales liberales, jubilados, parados… Todo un compendio de ilusiones que se fundieron en un crisol festero, siendo pilar fundamental de las fiestas.

Eran años duros. Se tambaleaban las estructuras económicas que habían mantenido Cartagena desde hacía décadas (grandes industrial químicas y la Brigada XXXII) y ahora tocaba encontrar alternativas. El turismo, un tejido empresarial basado en un recién nacido polígono industrial, la llegada de la empresa General Electric – que se debatía entre los Camachos y la Aljorra – , y un futuro basado en la recuperación de los restos arqueológicos y la puesta en valor del patrimonio cartagenero, que es mucho y aún hoy no está explotado completa y adecuadamente.

La realidad es que ante tanta depresión la sociedad necesitaba una válvula de escape y Carthagineses y Romanos acertaron plenamente. Muchos se apuntaron a una fiesta, otros buscaban algo más, poner su grano de arena a la investigación y enriquecimiento histórico de la ciudad, pero todos tuvieron cabida en un único proyecto.

“Futuro basado en la recuperación de los restos arqueológicos y la puesta en valor del patrimonio cartagenero, que es mucho y aún hoy no está explotado completa y adecuadamente.”

Nacimiento de las fiestas

El ayuntamiento apoyó ciegamente las fiestas, de hecho la corporación municipal desfilaba con trajes de época como unos festeros más, tradición que se perdió posteriormente durante veinte años y que se recuperó en 2.015. El Ejército y la autoridad portuaria también colaboraron. El primero montó un campamento en los terrenos que cedió la segunda en el muelle Alfonso XII, pendiente también de una gran renovación y su integración con la ciudad.

“Desde Quart-Hadast hasta la Legión de Cayo Lelio, la historia se forja en la batalla: Carthago y Roma, un enfrentamiento eterno.”

Las legiones romanas que se enfrentaban a los púnicos fueron los Senadores Patricios de Roma, Magistrados Pretores de Roma, Legión de Publio Cornelio Escipión, Colegium Consulum Romanorum, Guardia Pretoriana, Tribunos de Roma y Legión de Cayo Lelio.

Las diez primeras tropas carthaginesas fueron Quart-Hadast, Bárcidas de Amílcar Yate (que no llegaron a salir), Guerreros de Uxama, Tropas de Aníbal, Caballeros e Isis de Carthago, Mastienos, Seguidores de Asdrúbal, Príncipes de Mastia, Conquistadores de Iberia, Cinco Colinas, Tropas de Baal-Hammon y Tropas númidas (que después serían las Tropas de Magón). Estas dos últimas se inscribieron demasiado tarde y no participaron activamente hasta el año siguiente.

Primeros días de fiestas

Los diez días de fiesta, con dos fines de semana incluidos, en aquella ocasión fueron 8 (del 22 al 30 de Septiembre) y se dividían en actos deportivos, culturales y festeros. Cada día terminaba con una verbena en el campamento y las horas se repartían entre actividades teatrales, conciertos, trofeos deportivos, veladas troveras… incluso se recuperó la travesía a nado del puerto de Cartagena.

Seguidamente se fueron presentando tropas y legiones, que en aquellos años ya habían hecho gala de una investigación detallada de bagajes, armas y vestuarios, algunos descritos por Polibio como los que lucían los guerreros de Uxama, y otros fruto de películas de época desconocidas para muchos, pero que fueron un buen punto de partida, (Carthago en llamas, Ben – Hur, Barrabás, Aníbal… y muchas otras) contribuyeron a formar las bases de los que vendría más adelante.

Algunas legiones romanas, por su parte, decidieron alquilar sus vestuarios a la espera de crear una imagen propia independiente de los romanos de Hollywood, pero hicieron una gran aportación que también sería el preludio de los grandes escenarios y fachadas monumentales de los campamentos.

El día 22 de septiembre de 1990, desde el balcón del Palacio Consitorial, el Excmo. Alcalde, D. Antonio Vallejo Alberola pronunció el primer Pregón de Carthagineses y Romanos, presentando a los personajes festeros (Aníbal e Himilce encarnados por José Pérez y Juana Sánchez y Escipión y la Dama de Roma, encarnados por Angel Tarifa y Josefa Murcia).

La Legión de Escipión proporcionó una catapulta, un escorpión, una litera de paseo y un ariete… y un águila monumental que desfilaba sobre ruedas y que se basaba en el águila presente en los grifos de cerveza de una conocida marca nacional (que financió el proyecto), formaban una colección de elementos realizados por artistas falleros y que coronaban en una fantástica torre de asalto funcional de madera.

Además del Pregón, las actividades totalmente festeras se centraron en dos desfiles: La marcha de Aníbal a Roma, que partía de la plaza de Alicante y transcurría por calles del casco antiguo terminando en el puerto, la gran batalla en la escalera de la muralla de Carlos III y que ya vaticinaba la futura rivalidad entre bandos, y el desfile conjunto de tropas y legiones.

El servicio hostelero de todo el campamento fue prestado por igual para todos los grupos a través de una conocida empresa de Catering de la ciudad que apostó por las fiestas este primer año sin saber resultados ni tener referencias de años anteriores.

Con un fabuloso castillo de fuegos artificiales las fiestas terminaron el día 30 de septiembre de 1990. Ya se había dado el primer paso. Ahora tocaba lo más difícil, dar continuidad y crecer.

Comisión de Fiestas de Carthagineses y Romanos

Por último, y aunque personalmente no me agradan las listas porque siempre queda fuera alguien que debe estar y dentro alguien que no debe, no me resisto a dejar aquí los miembros de la variopinta Comisión de Fiestas que sacaron adelante este primer año con más ilusión que medios y a los que debemos la puesta en marcha de este fenómeno social que son Carthagineses y Romanos. Muchos de ellos aún vinculados a las fiestas, y aún no puedo más que hacer una mención especial a mi madre festera, Rosa Juaneda, que ha dejado su espíritu en los textos de actos, en las primeras crónicas festeras, en los Lanceros Hoplitas Libios y en tantas y tantas pequeñas cosas, incluido el ánimo de quien esto escribe.

    • José María Marín Martínez
    • Juan Martínez Pagán
    • José Zaplana López
    • María de los Ángeles de Lamo Ros
    • María Rosario Juaneda Zaragoza
    • Alberto Martín Cros
    • Antolín Muñoz Núñez
    • Juan Antonio Gutiérrez de Uriarte
    • Francisco Torres Sanchez
    • Obdulio Lopez Fernandez
    • Tomás Jiménez Eguiluz
    • Manuel Sánchez Juárez
    • Eduardo Rubio Vera
    • Juan de la Cruz Teruel Cintas
    • José Antonio Navarro López
    • Alvaro Fausto Marín
    • Martín Sanz García
    • Pedro Gómez Maiquez
    • Luis Mojica Fernandez
    • Marcos Vivancos Mula
    • Francisco Montoya García
    • Jesús Mendez Pérez
    • José Martínez San José

Joaquín Moya

Cronista